Y si venciera mi miedo?
Es muy común en nosotros, los seres humanos, dejar de hacer cosas impactantes e importantes en nuestras vidas por miedo; miedo a fracasar, miedo al qué dirán, miedo a perder el tiempo, miedo a perder mi empleo, miedo a desestabilizarme económicamente, miedo a que me digan que no, miedo a que la chica que me gusta me rechace y muchos otros miedos a los que día a día nos enfrentamos y los que en muchas ocasiones terminan venciéndonos, lo cual hace que nos quedemos estáticos y dejemos pasar todas las oportunidades que la vida nos pone enfrente.
Eso era lo que me pasaba a mi, me la pasaba por la vida con una actitud muy positiva pero cómoda, disfrutándola, pasándola bien, pero con muchos miedos; miedos que me hacían desistir de las ideas diferentes, innovadoras, de generar pequeños grandes cambios en mi vida y de potenciar todas mis capacidades en hacer cosas de mayor impacto para mi vida, para mi familia, para mi futuro y para el mundo, hasta que llegó el día de vencer mi miedo, llegó el día de vencer el miedo a lo desconocido, miedo a lo diferente y miedo a enfrentarme solo a personas diferentes con un idioma diferente en un país diferente, lejos de mi familia, de mi círculo de amigos y lejos de lo que ya conocía y manejaba “Mi zona de confort”.
Todo pasó en ese momento cuando terminé mi universidad y decidí hacer un viaje a otra ciudad a estudiar inglés; esto implicaba primero que todo hacer algo diferente para lograr un diferencial en mi vida y así proyectarme a cosas mucho más grandes, además implicaba también viajar solo en un avión por más de 10 horas, llegar a una ciudad diferente, grande, con un sistema de transporte desconocido para mi y con un idioma el cual aún no manejaba muy bien.
Cuando llegué al aeropuerto Heathrow de Londres me di cuenta que en mi vida debían pasar cosas más grandes, que estaba hecho para trascender y romper mis miedos para lograr lo que me proponía, en ese momento me enfrenté a una gran ciudad llena de personas con diferentes culturas donde la mezcla de culturas, idiomas, hábitos y gustos es lo que predomina; me enfrenté a esa gran ciudad con tan solo la ayuda de un mapa del Underground y el cual fue mi compañero inseparable hasta que llegué a mi destino, una casa-residencia de 12 habitaciones en donde además de una cara conocida que me esperaba encontré también esa mezcla que predomina en dicha ciudad.
Allí empecé a entender muchas cosas, cómo funcionaba el transporte, cómo funcionaba la escuela, cómo funcionaba la consecución de trabajos, cuantas horas podía trabajar, donde podría comprar mi comida, dónde estaban los sitios más importantes para salir a conocer y hasta cuáles eran los sitios que no debía visitar.
Empecé solamente estudiando Inglés 3 horas al día y no conseguía encontrar ningún empleo en el que no necesitara el inglés, entonces decidí hacer mi primer viaje pidiéndole dinero prestado a mi familia, aprovechando que no tenía compromisos laborales fui a Egipto lo cual significó otra experiencia enriquecedora para mi vida y en la cual vencí muchos miedos, pero no nos desviemos porque muy seguramente este tema lo podremos tratar más a profundidad en un post más adelante.
Cuando por fin logre obtener un empleo, muy rápidamente obtuve otro y ya casi no me quedaba tiempo para dormir, trabajaba entre 15 y 18 horas al día, estudiaba 3 y dormía entre 6 y 3 horas, pero yo no tenía problema con eso, estaba en Londres para progresar y vencer mis miedos, y estar estudiando y trabajando conociendo personas nuevas, teniendo experiencias enriquecedoras, practicando poco a poco el inglés que estaba aprendiendo, conociendo en el día a día esta ciudad me hacía feliz y me sentía así por hacer cosas diferentes y sentir que había avanzado mucho en cuanto al vencimiento de mis miedos.
Al finalizar esta experiencia de seis meses regresé a mi país, con un muy buen dominio del inglés, con amigos de diferentes países, con algunos conocimientos en cocina internacional, después de vencer el miedo a tener esa experiencia que me tomó demasiado trabajo decidirme a enfrentarla, la cual terminó partiendo mi vida en dos; hoy soy un profesional con un diferencial importante como lo es el inglés, pero sobre todo hoy soy una persona que le perdió el miedo a emprender proyectos grandes y diferentes con apertura al cambio, que no se queda quieto en donde está ni con lo que tiene, que es capaz de transmitir a las personas cercanas su alegría, el entusiasmo, las ganas de vivir y de luchar por sus ideales.
Esto me sirvió para darme cuenta de mis capacidades, de todo lo que estaba en condiciones de entregar desde mis competencias y habilidades; entendí que aquella fuente de ese gran miedo, que creía que estaba fundamentada en alguna incapacidad para realizar las cosas, era mentira y que este joven “miedoso” estaba para grandes cosas y para dejar huella.
Solo me queda invitarlos a que no tengan miedo de hacer cosas diferentes y que aparentemente pongan en riesgo sus comodidades, tengan por seguro que “si venciera mi miedo” me daría cuenta de lo que hay allá en esa nube de incertidumbre y de que es mucho más valioso de lo que hoy tenemos y que aparentemente nos llena.
Encuentra este artículo también en Mapmakers.com: http://mapmakers.es/y-si-venciera-mi-miedo/
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